En pleno Albaicín, justo detrás de la iglesia de San José, se encuentra la "Casa del Almirante", una casa señorial del siglo XVI donde se conjugaron las estéteticas clasicista y mudejar. Se ha reabierto recientemente como una de las sedes de la Facultad de Bellas Artes "Alonso Cano" de la Universidad de Granada, concretamente como Centro de Restauración. Debe su nombre en memoria del llamado "Almirante de Aragón" Francisco de Mendoza, nacido en la Alhambra en 1545, hijo del cuarto Conde de Tendilla. Militar, escritor y eclesiástico, participó en las luchas contra los moriscos granadinos. La fachada principal se alza a modo de torre, completándose con un juego de huecos sencillos que forman arquillos.
La portada manierista, realizada en piedra, está jalonada por columnas jónicas y estriadas sobre pedestales. Sobre ella aparece la leyenda "Hogar de San José", y es que como se recoge en una leyenda situada en el interior del edificio y que también se reproduce, en 1874 se fundó en esta Casa un Asilo para la educación de niños pobres (luego ampliado a niñas en 1886) por el Arzobispo José Moreno Mazón. El asilo pasó durante el siglo XX a ser un colegio infantil que funcionó hasta no hace muchas décadas, pues por mi parte tengo entendido que mi padre tuvo que pasar algún penoso tiempo interno en aquel lugar al quedarse mi abuela viuda con seis hijos. Los recuerdos de mi padre de aquel lugar no eran buenos y cuando aún vivía siempre me contaba la excesiva mano dura de aquellos educadores añejos del franquismo con los chiquillos que tenían la mala suerte de caer entre aquellas paredes.
El interior, como se observa, ha sufrido una fuerte renovación, de la que apenas se conserva nada de lo que fue la antigua Casa, ya muy renovada en el siglo XIX para la ubicación del asilo. Se conserva parte del patio peristilado y sus esbeltas columnas, pero se ha perdido en él el pozo central así como el cierre de las galerías con sus ventanas de arcos semicirculares que procedían de la reforma del siglo XIX. La imagen de un patio cerrado con su pequeño pozo central rodeado de numerosas macetas, ha dado paso a este patio más diáfano, pero sin duda de menor evocacíón albaicinera. El patio, como se ve en la siguiente fotografía, se cierra por arriba con una cristalera que hace aún más luminoso el lugar, aunque seguramente la modificación de los interiores se podría haber hecho de forma más respetuosa.
La escalera de acceso a los pisos altos es también originaria de la reforma que se hizo en el siglo XIX para el Asilo; de ahí su relativa amplitud. Está decorada por un colorido zócalo de geometrías florales.
Desde la portada de la Casa del Almirante podemos observar esta vista trasera de la torre exenta de la iglesia de San José, antiguo alminar de la mezquita, del que se conserva gran parte y que es el único en España anterior al tipo almorávide.
A la derecha de la fachada de la Casa del Almirante se ha abierto (en realidad aún permanece cerrado al público) este espacio habilitado tanto para descanso y esparcimiento de estudiantes y vecinos como para mirador sobre la ciudad de Granada.
Desde allí podemos observar esta vista de conjunto de la Catedral de Granada, pero estorbada (al igual que pasa por cualquier vista que proviene del Zenete) por la espantosa mole del edificio que el arquitecto Jose María García de Paredes realizó para ser sede del Banco de Granada. Una clara muestra de cómo un arquitecto (como tantos que hay) sin respeto por el entorno de los edificios que constuye, sino más bien preocupados de dejar su ego por muy estropeado que lo tengan sobre un espacio urbano tan peculiar como este; como decía, una clara muestra de cómo un arquitecto puede destrozar una de las vistas más bonitas de nuestra ciudad. No dudo de la calidad de otras construcciones de este arquitecto, pero en esta ocasión sin duda la pifió profundamente al estropear para siempre la vista del ábside de la Catedral granadina, por no hablar de cómo sobresale de forma horrorosa sobre el caserío de la zona.
Me entristece enormemente lo que estoy viendo, o mejor dicho lo que ha quedado. Todo se ha reformado todo ha desaparecido. Yo fui uno de los muchos muchachos que vivieron durante once años, (1975 y 1986 )en este hogar, del cual guardo muy buenos recuerdos, y profundos agredecimientos a las numerosas monjas que en ese momento me asistieron en mi educación.
ResponderEliminarComo he dicho anteriormente todo ha cambiado, ese patio central, con sello andaluz y mozárabe, donde alrededor habitaban comedores, cocina, despensa...
Siento tristeza, y no se si algún día podría ir y visitar el edificio, aunque lo dudo, pues quiero quedarme con la imagen que era y no la que hoy en día es.
Hola yo pienso igual q tu... Yo también pertenecía a esa casa estube con mi hermano desde. El 1981a 1984... Seguro nos conocemos... Aunque había muchos niños todos nos conociamos... Sor Maria la madre superiora... Marti..... Sor Josefa... Las recuerdas.... Yo soy Maria José lupiañez... Mi hermano Sergio... Muy pequeño entro con 3 Añitos... Pero el decía q se llamaba chencho... Saludos por q seguro compartimos momentos... Para mi cada. Uno de los q convivi.. Los llevo en mi corazón.
EliminarClaro que se puede visitar, como bien se ha dicho en el artículo, ahora es el Palacio de El almirante, edificio que pertenece a la facultad de Bellas Artes donde actualmente se realizan el grado universitario de Conservación y restauración e bienes culturales de la Universidad de Granada =)
ResponderEliminarHola! soy una alumna del grado de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la UGR y sí, estamos en el Palacio del Almirante. Se puede visitar pero hay zonas, la mayoría aulas cerradas al público al ser talleres de restauración.Sólo de vez en cuando realizan exposiciones o cursos relacionados con el grado.
ResponderEliminarHe visto algunas fotos antiguas sobre como era el edificio durante el siglo XX y la verdad es que ha cambiado bastante por las rehabilitación para convertirlo en lo que es ahora. Ya que, sólo se han conservado algunas cosas originales, como los fantásticos artesonados de madera, los zócalos de las escaleras, el escudo, la portada del edificio y tristemente poco más, a excepción de las vistas que se tienen de la catedral y la Alhambra (desde las aulas), destacando la Torre de la Vela.
A pesar de todo, he de deciros que al ser un edificio rehabilitado es normal que la mayoría de las cosas se hayan perdido y aún así, no es un edificio completamente eficiente.
A ver si por lo menos dejan algo de Granada rehabilitado con gusto
ResponderEliminarSoy un antiguo alumno del hogar de San José, y me entristece que una institución que se dice que restaura y embellece nuestro patrimonio artístico como es bellas artes, haya hecho esta burrada con tan bello y emblemático edificio como era el hogar de San José de Granada, espero y deseo que sus restauraciones no sean tan nefastas como ha sido esta penosa restauración.
ResponderEliminarEsta fue mi casa desde 1969 hasta 1977. Este edificio estaba conectado por un puente a otro. Llore mucho cuando vi que habían tirado el edificio donde me crie y este lo cambiaron prácticamente.
ResponderEliminarCuántas niñas pasamos por este hogar. Cuanto sufrimiento cuando me marche de allí....todo ha sido muy duro...pero mi incansable lucha me ha hecho llegar a un buen puerto...