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13 marzo, 2010

EL CEMENTERIO DE GRANADA



Aunque alguno puede ver macabra esta entrada, nada más natural en la vida que la propia muerte, y vida y muerte se unen en los espacios del cementerio granadino, del que se ha hecho una guía turística para la visita de este espacio de respeto y de silencio, pero que también cuenta con algunas de las mejores esculturas que existen en la ciudad de Granada, algunos de sus mejores miradores y algún que otro resto de antiguos palacios árabes existentes en la zona. Desde la página de Emucesa, la empresa municipal que gestiona el cementerio, se puede descargar el folleto de la ruta turística por este sosegado lugar. También a la entrada del mismo se pueden recoger dichos folletos. Todos los espacios y esculturas que se presentan en esa guía sirven además de para valorar su calidad artística o paisajística, para contribuir al visitante a la reflexión, al recuerdo y al respeto.

He aquí una muestra de la excepcional labor escultórica que se puede encontrar en los patios más antiguos del cementerio granadino. En primer lugar el panteón de la Familia Miralles, a continuación, el grupo escultórico de la familia Montes Escobar (junto al que se situa la tumba del poeta granadino Manuel Benítez Carrasco) y finalmente el panteón de la familia Mirasol, todos ellos entre finales del XIX y principios del XX.






Especial mención merece el llamado "Señor del cementerio", escultura que ha tenido que ser protegida por el continuo pasamanos a la que venía siendo sometida por la gran devoción que le tienen muchas personas; devoción que no viene de ningún acto milagroso, sino de las visitas que tenía el médico Manuel Rodríguez Torres (especialmente dedicado a los más necesitados) en su última morada como agradecimiento a su vida desinteresada, devoción que acabó por transmitirse a la figura realizada en 1907.


Desde la parte más alta del cementerio se puede observar desde sus miradores un impresionante paisaje de todo el valle del río Genil, el Serrallo y, en los días despejados, una increible vista de Sierra Nevada.








Y finalmente, los mínimos restos de lo que fue el Palacio de los Alixares, construido en el siglo XIV por Muhammad V como lugar de retiro y oración. El lugar, en el que se ha recuperado la alberca del palacio, ha sido concebido en su restauración como un espacio cerrado idóneo para el sosiego, la reflexión y la contemplación.





2 comentarios:

antispop dijo...

A mi el cementerio me encanta.

Anónimo dijo...

hay algun listado de difuntosen este cementerio,gracias