No es tan famosa, ni tan grande, ni tan transitada como la Puerta del Sol de Madrid, pero en Granada también tenemos nuestra Puerta del Sol; mucho más recoleta, mucho más escondida, mucho menos masificada. Esta coqueta placeta recoge su nombre de la puerta de la muralla árabe que descendía desde Torres Bermejas y que existía en este barrio del Mauror, llamada del Sol por estar orientada de tal forma que tenía su entrada al saliente y su salida al poniente. Es un lugar idóneo para pasar una velada tranquila, charlando con amigos o tonteando con el novio o la novia, mientras se disfruta de una bella puesta de sol o se observa la mole imponente de la catedral; todo ello sentados en el antiguo lavadero que usaban las mujeres del barrio cuando no existía el agua corriente, para no tener que bajar (y más bien subir) las cuestas que conducen al río Genil. El ascenso más rápido desde el centro de la ciudad es por el estrecho callejón del Cementerio de Santa Escolástica (que sale desde un lateral de la Casa de los Tiros, en la calle Escolástica). Aunque la foto que acompaña a este texto es de hace ya bastantes años, la panorámica sigue siendo la misma, salvo en que el techo de la casa que está a la izquierda, a nivel bajo el lavadero, tiene ya reformado su techo. Un lugar que hay que visitar con alguna precaución lógica a determinadas horas, pero que merece la pena conocer y visitar si se quiere huir del ruido y del agobio urbano; todo lo contrario de lo que se busca en la Puerta del Sol de Madrid.
1 comentario:
¡Qué bello rincón! Gracias por recordarlo; iré pronto.
Elio Boncar.
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