Granada no sólo tiene interés en sus calles, en sus monumentos o en su paisaje de relieve accidentado. También tiene uno de los cielos más espectáculares que puede haber, en parte también por esos condicionantes geográficos y que hacen que a la luz le cueste dejar tanto Granada. He aquí algunas modestas muestras de esa luz extraordinaria, con arcoiris incluidos, que tanto nos agrada al adornar la cotidianidad de nuestras miradas.
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