La Silla del Moro es un pequeño castillo nazarí del siglo XIII, que formó parte de la red de defensas y torreones que protegían a la Alhambra y al Generalife, recibiendo el agua por una acequia desde el cercano palacio de Dar-Al-Arusa. Desde el siglo XVII tomó también el nombre de Castillo de Santa Elena por un pequeño oratorio dedicado a dicha Santa que se habilitó sobre un espacio practicamente ya abandonado. Tras unas dudosas intervenciones sobre el monumento que acabaron en el derrumbe de la torre principal, el motivo de esta entrada está relacionada con su reciente restauración, que el Patronato de la Alhambra quiere aprovechar para incluirla en la visita turística a la Alhambra, al parecer mediante visitas restringidas y espaciadas para la protección del monumento, aunque espero que el pequeño paseo-mirador que se ha construido junto al edificio en sí, pueda ser un espacio de uso público y gratuito en el que los granadinos y visitantes podamos, saquemos el billete de la Alhambra o no, podamos disfrutar del extraordinario entorno en el que se encuentra.
En esta foto de los años 80 se pueden apreciar los pastiches y reformas que se realizaron durante los años 60-70 para construir un mirador y un restaurante en el enclave que aquí ya aparece abandonado, quedándole pocos años para que la torre que se observa se derrumbara.
Aquí se ofrece dos fotos que comparan la situación de la Silla del Moro de cuatro años a la actualidad. En la del 2005 nos encontramos con un monumento abandonado a su suerte, con la torre ya derrumbada y apenas protegido por una débil valla de alambre y con hierbajos y maleza campando por todos los lados. En la actualidad, se ha realizado un acceso de escalera y se ha reconstruido la torre tal como se observa en la foto que encabeza esta entrada.
Junto al monumento en sí, se ha construido un pequeño paseo-mirador desde el que poder observar unas estupendas vistas sobre la Alhambra y el Albaicín, tal como se aprecia en las tres siguientes fotografías, y todo en un entorno tan bello como tranquilo.
A pesar de la reducida altura de su construcción, si se afina la vista, la Silla del Moro se puede ver desde algunos puntos de la ciudad. Por ejemplo, tenemos estas dos vistas: la primera de ellas, desde el Mirador de San Nicolás, y la segunda desde la Plaza de los Aljibes, en el recinto de la Alhambra.
Finalmente, como muestra del maravilloso entorno que rodea al monumento, esta fotografía que muestra una simpática ardilla de las muchas que transitan por estos montes cercanos a la Alhambra, siempre que no acaben ardiendo como tantas zonas cercanas al Llano de la Perdiz.
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