En un entorno tan degradado urbanísticamente como la zona comprendida entre la calle Melchor Almagro y el Camino de Ronda (aunque curiosamente con nombres de pintores en sus calles), quedan algunas construcciones de mitad del siglo XX que fueron avanzadillas de la ocupación de la Vega desde el límite del espacio construido que era la Plaza Gran Capitán hasta entonces, pero poco tiempo después de estas construcciones, sin apenas darles tiempo de disfrutar del frescor de las huertas, se inició en los años 60 y 70 la ocupación brutal y desmedida de los suelos fértiles más próximos a la ciudad, formando el muro construido que todos conocemos entre la Vega y el centro de la ciudad a lo largo del Camino de Ronda. Quedan, no obstante, ente tanto edificio alto, impersonal y feo, algunas restos de construcciones, unas realizadas como modestas villas entre las huertas de la Vega, y otras que suponen la avanzadilla de las primeras construcciones en altura que luego inundarán la zona, pero que aún contienen una tipología con cierta originalidad y con no demasiadas plantas como los que se hicieron más tarde en la zona y que conformaron ese imponente muro que separa a la ciudad de su vega de forma tan drástica y radical. Pero al parecer este es un modelo especulativo del que no han aprendido nada las actuales autoridades, que siguen conformando ideas para cargarse definitivamente tanto la Vega como el valle del río Darro.
En el cruce entre Pintor López Mezquita y Martínez de la Rosa, nos encontramos con un edificio racionalista con un bonito chaflán en semicírculo para resolver la esquina. Este edificio tiene la estética de los construidos en otros puntos de la ciudad en los años 50 y 60, pero su fecha exacta de construcción es 1961, un poco antes de la gran eclosión urbanística del entorno en los años 60 y 70. Sus cinco plantas en altura son pues un paso intermedio hacia las grandes construcciones de ocho y nueve plantas.
En la calle Pintor Velázquez podemos ver esta casa baja de 1955 encorsetada entre más modernas construcciones. Nos encontramos con una sencilla casa de dos alturas, sin grandes adornos ni especial interés constructivo, salvo el ser testigo de una época en la que se encontraba aún cerca de árboles y huertas. Conserva un aspecto muy similar a las casas que conforman los centros de los pueblos de la Vega.
En la misma calle, pero en la acera contraria, nos encontramos con este peculiar paisaje en el que, entre grandes medianeras de nuevos edificios, subsiste a duras penas una pequeña casa de dos plantas, "Villa Josefina" junto a un solar en el que se anuncia la construcción de un edificio "Velázquez", que seguramente tendrá poco que ver con la obra del genial pintor. No obstante, justo detrás de "Villa Josefina" podemos obervar la trasera de otra casa baja con bonitas ventanas pintadas de azul, y entre ellas lo que puede ser una zona de patio con cierta arboleda, nada que ver con el feo patio de luces del alto edificio de la derecha.
Villa Josefina, construida en 1957, tras la simple pero bonita reja, ofrece una fachada simétrica con decoración geométrica, y sobre la puerta de entrada, entre los dos sencillos balcones, un azulejo decorativo que representa el Patio de la Acequia del Generalife, dando buena fe de lo que entonces fuera una sencilla casa de campo en la Vega, pero muy cerca del límite de la ciudad, en la plaza Gran Capitán. Poco suponían sus dueños que pronto iban a ser rodeados de decenas de edificios tan altos como impersonales.
Ya en la transitada calle Pedro Antonio de Alarcón, nos encontramos con este edificio de tres alturas, con curiosa formación de los balcones angulosos que sobresalen de la fachada, aunque en el resto del edificio predominan los huecos neutros. Este edificio, seguramente de los años 50, destaca también por su menor altura respecto a los que le rodean.
En la confluencia entre la calle Sol y la calle Pintor López Mezquita nos encontramos con este edificio en esquina de corte historicista y construido en 1954 en el que destaca por un lado la simetria de las fachadas a las dos calles así como por la combinación de huecos en las fachadas y su distinta decoración.También ayuda a la contemplación del edificio que no esté adosado a ningún monstruo de gran altura, sino a dos edificios de cierto corte racionalista y, supuestamente, construidos algo más tarde.
Otro edificio de dos plantas en la angulosa calle Gregorio Espín, en el que aparte de las indignantes pintadas, destaca el juego de líneas de la fachada, incluso simulando dovelas sobre los huecos del piso inferior. También es curiosa la presencia de una terraza orientada hacia el Oeste, o sea, hacia la Vega de la ciudad que aún debía parecer un inmenso mar verde desde ella cuando se realizó este edificio en 1956.
Para terminar, una representativa foto de otro ángulo de la calle Gregorio Espín, en la que vemos un edificio de dos plantas, levantado en 1960 y convertido ahora en escuela infantil, de sencilla construcción en la que sólo destaca la amplia terraza del primer piso. Pero lo más notorio de la foto es el contraste de la sencilla construcción con la imponente medianera de los edificios traseros, que denota muy bien el contraste de volúmenes que aún permanece en esta zona de la ciudad de Granada. El edificio que hay justo a la derecha del de la escuela infantil, ahora mismo en construcción y de seis plantas, era hasta hace muy poco otra casa baja. Sólo algunos valientes conservan sus pequeñas casas en esta abigarrada zona de Granada, pero es cuestión de tiempo que vayan desapareciendo y sus solares prestos a recibir construcciones de mucha mayor altura y que acaben por cerrar, definitivamente, el grueso muro que separa la Vega del centro histórico de la ciudad.
En el cruce entre Pintor López Mezquita y Martínez de la Rosa, nos encontramos con un edificio racionalista con un bonito chaflán en semicírculo para resolver la esquina. Este edificio tiene la estética de los construidos en otros puntos de la ciudad en los años 50 y 60, pero su fecha exacta de construcción es 1961, un poco antes de la gran eclosión urbanística del entorno en los años 60 y 70. Sus cinco plantas en altura son pues un paso intermedio hacia las grandes construcciones de ocho y nueve plantas.
En la calle Pintor Velázquez podemos ver esta casa baja de 1955 encorsetada entre más modernas construcciones. Nos encontramos con una sencilla casa de dos alturas, sin grandes adornos ni especial interés constructivo, salvo el ser testigo de una época en la que se encontraba aún cerca de árboles y huertas. Conserva un aspecto muy similar a las casas que conforman los centros de los pueblos de la Vega.
En la misma calle, pero en la acera contraria, nos encontramos con este peculiar paisaje en el que, entre grandes medianeras de nuevos edificios, subsiste a duras penas una pequeña casa de dos plantas, "Villa Josefina" junto a un solar en el que se anuncia la construcción de un edificio "Velázquez", que seguramente tendrá poco que ver con la obra del genial pintor. No obstante, justo detrás de "Villa Josefina" podemos obervar la trasera de otra casa baja con bonitas ventanas pintadas de azul, y entre ellas lo que puede ser una zona de patio con cierta arboleda, nada que ver con el feo patio de luces del alto edificio de la derecha.
Villa Josefina, construida en 1957, tras la simple pero bonita reja, ofrece una fachada simétrica con decoración geométrica, y sobre la puerta de entrada, entre los dos sencillos balcones, un azulejo decorativo que representa el Patio de la Acequia del Generalife, dando buena fe de lo que entonces fuera una sencilla casa de campo en la Vega, pero muy cerca del límite de la ciudad, en la plaza Gran Capitán. Poco suponían sus dueños que pronto iban a ser rodeados de decenas de edificios tan altos como impersonales.
Ya en la transitada calle Pedro Antonio de Alarcón, nos encontramos con este edificio de tres alturas, con curiosa formación de los balcones angulosos que sobresalen de la fachada, aunque en el resto del edificio predominan los huecos neutros. Este edificio, seguramente de los años 50, destaca también por su menor altura respecto a los que le rodean.
En la confluencia entre la calle Sol y la calle Pintor López Mezquita nos encontramos con este edificio en esquina de corte historicista y construido en 1954 en el que destaca por un lado la simetria de las fachadas a las dos calles así como por la combinación de huecos en las fachadas y su distinta decoración.También ayuda a la contemplación del edificio que no esté adosado a ningún monstruo de gran altura, sino a dos edificios de cierto corte racionalista y, supuestamente, construidos algo más tarde.
Otro edificio de dos plantas en la angulosa calle Gregorio Espín, en el que aparte de las indignantes pintadas, destaca el juego de líneas de la fachada, incluso simulando dovelas sobre los huecos del piso inferior. También es curiosa la presencia de una terraza orientada hacia el Oeste, o sea, hacia la Vega de la ciudad que aún debía parecer un inmenso mar verde desde ella cuando se realizó este edificio en 1956.
Para terminar, una representativa foto de otro ángulo de la calle Gregorio Espín, en la que vemos un edificio de dos plantas, levantado en 1960 y convertido ahora en escuela infantil, de sencilla construcción en la que sólo destaca la amplia terraza del primer piso. Pero lo más notorio de la foto es el contraste de la sencilla construcción con la imponente medianera de los edificios traseros, que denota muy bien el contraste de volúmenes que aún permanece en esta zona de la ciudad de Granada. El edificio que hay justo a la derecha del de la escuela infantil, ahora mismo en construcción y de seis plantas, era hasta hace muy poco otra casa baja. Sólo algunos valientes conservan sus pequeñas casas en esta abigarrada zona de Granada, pero es cuestión de tiempo que vayan desapareciendo y sus solares prestos a recibir construcciones de mucha mayor altura y que acaben por cerrar, definitivamente, el grueso muro que separa la Vega del centro histórico de la ciudad.
3 comentarios:
Acabo de conocer tu blog. LLevo leyendo mucho tiempo. Me encanta, estoy enamorada de Granada, me casé con un granaino y tengo una hija viviendo allí.
En tu entrada sobre el barrio de San Matias, mencionas la plaza de Carlos Cano, antes se llamaba placeta del Cañaveral y allí vivian mis suegros. Me gustaría tener una foto del sitio ¿sabes donde puedo encontrarla?
Muchas gracias y un saludo
Una foto clara no he encontrado, ni tengo; aunque alguna vez que pase con la cámara por allí te la puedo hacer. En todo caso, he encontrado este breve vídeo de yotube en el que aparece una panorámica completa de la actual plazade Carlos Cano. No sé si lo conoces, pero espero que te sirva mientras tanto. El enlace es el siguiente: http://www.youtube.com/watch?v=_MiH7RQrZ4E , o pones directamente en la búsqueda de Youtube: "plaza de carlos cano granada" y sale. Gracias por tu comentario y un saludo desde Granada.
Villa Josefina ya ha sido derribada,en su lugar se construirá otro monstruo de dudosa estética.
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